Memorias desenfrenadas de un miembro fundador de Killer Krew, los legendarios roadies de Iron Maiden. Una mirada desde dentro, como nunca antes, a los años de formación de la banda de heavy metal más importante de la historia.

Bienvenido al mundo de Loopy, el primer roadie de la Killer Krew, que siguió a Iron Maiden casi todos los días desde que se unió el cantante Paul Di’Anno hasta la grabación de la obra maestra Powerslave.

Sexo, drogas y rock’n’roll narrados como nunca antes en un documento oficial sobre Maiden. Gracias a una amistad de la infancia con Di’Anno, Steve «Loopy» Newhouse acabó casi por casualidad en los polvorientos sótanos donde nacía una leyenda, una banda que por aquel entonces aún era prácticamente desconocida, pero que ya prometía grandes cosas. A partir de ahí comenzó su carrera como roadie que le llevaría a todas partes con Iron Maiden, desde sus primeros conciertos con el nuevo cantante hasta su establecimiento como banda puntera en la escena internacional del heavy metal.

Desde interminables sesiones de ensayo en un minúsculo estudio, hasta conciertos en el Ruskin Arms y luego por toda Inglaterra, saltando de un pub a otro y cruzando Londres en desvencijados coches o engorrosas furgonetas, los recuerdos de Loopy nos hablan de músicos y roadies yendo y viniendo, cervezas, risas, lágrimas, problemas, cervezas, giras, discos y más cervezas.